sábado, 31 de diciembre de 2011

Fin del año 2011

Faltan pocas horas para terminar este año, un año que cierra una puerta y abre otra.
Espero que el nuevo año traiga para todos los quiero en estos tiempos tan convulsos que vivimos paz y amor, salud y trabajo.
¡Adiós 2011! ¡Gracias por todo lo bueno que me has dado! y por lo malo porque de ello se aprende.

Lecturas de Navidad



Siguiendo con la lecturas de Navidad, el libro "El club de los viernes" de Kate Jacobs con sus 450 páginas me duró muy poco, tan sólo un par de días. Es una novela que la autora trabaja con detalle y que utiliza de forma muy sutil el poder metafórico de hacer punto para describir a cada uno de los personajes de su historia que se encuentran en la gran ciudad de Nueva York. La narración, la trama, cada uno de los personajes y el desarrollo de las situaciones hacen que no se quiera dejar para luego la lectura de la siguiente página o del siguiente capítulo. Es un continuo de pasar una hoja tras otra. Son situaciones cotidianas, son personajes con historias creíbles y mundanas, son palabras y frases que hacen que la imaginación recree cada lugar, que le ponga una cara, un cuerpo y una voz a cada una de las ocho mujeres que forman parte de esta historia.
Por cierto, el libro que obra en mi poder pertenece a la 20.ª edición, o sea una barbaridad de lectores que se han visto atrapados por este club, lo que es una buena referencia de la autora y su obra.

Lecturas de Navidad


He leído "El hombre de los círculos azules" de Fred Vargas y " El club de los viernes" de Kate Jacobs. Diversos medios suelen recomendar determinados autores o bien suelen hacerles reportajes en los cuales nos desvelan parte de sus "secretos" y claro las críticas recibidas por especialistas inducen a leerlos o bien son libros que han tenido un gran éxito en ventas a nivel internacional.
En el caso de Fred Vargas leí un reportaje sobre ella en El País. El título decía: "La hechicera de novelas de misterio" escrito por Miguel Mora el 05/12/2011 y pensé que podía ser interesante, si bien el título de su última obra no es este.
Sentí curiosidad por el personaje principal, el comisario Adamsberg sin embargo fue una lectura plana, sin emociones, sin risas y con mucha dificultad para entender las situaciones, si bien debo reconocer que al final se atan todos los cabos sueltos y sorprende la imaginación de la autora. No ha sido un libro de empezar y no dejarlo hasta llegar al final, no. He tenido que volver atrás en más de una oportunidad por perder el hilo de una conversación o por no saber bien quién era el de todos los personajes el que estaba en ese momento hablando o de dónde había salido o cómo se estaba relacionando con el resto. En definitiva no ha sido un libro que como tantos otros me deje con las ganas de seguir leyendo o de desear que la historia continúe. Muy por el contrario, lo he terminado y punto. ¿Quizás un segunda lectura? quizás.