viernes, 13 de septiembre de 2013

Recuerdos





Las fotos sociales hacen que de buenas a primeras te encuentres con una época pasada y con personas que en algún momento de tu vida han compartido el mismo camino de la vida. Un camino que tiene tantas etapas como bifurcaciones que hacen que tengas que elegir en todo momento a dónde dirigir tus pasos.
Sin embargo, en la etapa en que estás en la escuela primaria o secundaria la convivencia diaria, año tras año, hace que convivas con un grupo de personas de tu misma edad y con inquietudes similares o muy diferentes. En esos años la amistad verdadera surge sin más o simplemente no surge nunca, así de simple. Algunas de esas amistades se conservan y otras se van desvaneciendo con la distancia y el tiempo.
De aquella época de estudiantes acabo de ver fotos de dos personas que fueron muy significativas en mi vida. Irma y María Elena. Para ellas esta foto con el corazón, y los ojos húmedos de la emoción.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Señoras



En la vida nos encontramos con verdaderas señoras, señoras que lo son de los pies a la cabeza y que se comportan como tales, sea el lugar que sea.

Hay personas que les molesta que se les de ese tratamiento, quizás porque se hacen eco de algunas de las definiciones que da el diccionario de la Real Academia Española: “Persona respetable que ya no es joven”, o “mujer o esposa”. Entiendo que pueda molestar quizás más la segunda acepción para aquellas mujeres que se encuentran sin pareja y no tienen en cuenta el resto, o la primera para aquellas que se creen que la juventud es eterna. 

Sin embargo, de todas las definiciones me quedo con la siguiente: 

Persona elegante, educada y de nobles sentimientos”. 

Verdad es que hay señoras que de esta última tienen poco o nada y son realmente unas reverendas hijas de su madre, pero eso ya es otro tema. 

A veces tenemos que esperar en organismos públicos o privados a que nos atiendan, lo que nos deja un tiempo precioso para observar el comportamiento o el lenguaje corporal de los posibles candidatos a atendernos. Una vez visto el panorama, y a medida que se aproxima tu número ruegas que tal o cual no te toque porque desprende por todos sus poros una mala leche que contamina hasta la silla donde se tiene uno que sentar. 

Sin embargo, la excepción existe. Cuando se va acercando tu turno, respiras profundo y con alivio cuando ves que tu número coincide con el número de la mesa de esa persona que desprende profesionalidad, respeto, claridad y que es una verdadera Señora, con independencia de su estado civil y su edad. 

En sucesivas entradas hablaré de aquellas señoras que de una manera u otra han marcado mi vida o que sin conocerlas han sido tan profesionales en lo que hacían que me han motivado a ser como ellas. La vida, en sus tantas vueltas las ha vuelto a poner en mi camino y la emoción, el agradecimiento y el recuerdo han motivado esta publicación. Magdalena va por usted. 

Pd.: Puede que no recuerde un nombre, una fecha o un acontecimiento importante, pero mi memoria de elefante no olvida una cara, unos ojos, una voz o una sonrisa aunque pasen muchos años. Mi ordenador mental guarda como verdaderos tesoros esos rostros que marcaron mi vida para bien. 
El resto: a la basura. 


jueves, 1 de agosto de 2013

La isla de las emociones y los sentidos

He encontrado esta fábula que quiero compartir textualmente porque me parece encantadora, fina y elegante. Porque todos de un modo u otro cada día perdemos algo. Autor: Jorge Bucay, El camino de las lágrimas.


"Había una vez una isla donde habitaban todas las emociones y todos los sentimientos humanos que existían. Convivían  por supuesto el Temor, el Odio, la Sabiduría, el Amor, la Angustia; todos estaban ahí.
Un día, el Conocimiento reunió a los habitantes de la isla y les dijo:
  • Tengo una mala noticia para darles: la isla se hunde.
Todas las emociones que vivían en la isla dijeron:
  • ¡No, cómo puede ser! ¡Si nosotros vivimos aquí desde siempre!
El Conocimiento repitió:
  • La isla se hunde.
  • ¡Pero no puede ser! ¡Quizás estás equivocado!
  • Yo nunca me equivoco -aclaró el Conocimiento-. Si les digo que se hunde, es porque se hunde. 
  • Pero ¿qué vamos a hacer ahora? - preguntaron los demás.
Entonces el Conocimiento contestó:
  • Bueno, hagan lo que quieran, pero yo les sugiero que busquen la manera de dejar la isla... hagan un barco, un bote, una balsa o algo para irse porque el que permanezca en la isla desaparecerá con ella.
  • ¿No podrías ayudarnos? - preguntaron todos, porque confiaban en su capacidad.
  • No - dijo el Conocimiento -. La Previsión y yo hemos construido un avión y cuando termine de decirle esto volaremos hasta la isla más cercana.
Las emociones dijeron:
  • ¡No! Pero ¡no! ¿y nosotros?
Dicho esto, el Conocimiento se subió al avión con su socia y, llevando como polizón al Miedo, que como no es zonzo ya se había escondido en el avión, dejaron la isla. 
Todas las emociones se dedicaron a construir un bote, un barco, un velero... todos... salvo el Amor.
Porque el Amor estaba tan relacionado con cada cosa de la isla que dijo:
  • Dejar esta isla... después de todo lo que viví aquí... ¿Cómo podría yo dejar este arbolito, por ejemplo... ? ahhh... compartimos tantas cosas.
Y mientras cada uno se dedicaba a construir una manera de irse, el Amor se subió a cada árbol, olió cada rosa, se fue hasta la playa y se revolcó en la arena como solía hacerlo en otros tiempos, tocó cada piedra... y quiso pensar con esta ingenuidad que tiene el Amor: ≪Quizás se hunda un ratito y después...≫.
Pero la isla... la isla se hundía cada vez más.
Sin embargo, el Amor no podía pensar en construir, porque estaba tan dolorido que sólo podía llorar y gemir por lo que perdería.
Y otra vez tocó las piedritas y otra vez se arrastró en la arena y otra vez se mojó los piecitos.
  • Después de tantas cosas que pasamos juntos... - le dijo a la isla.
Y la isla se hundió un poco más...
Hasta que, finalmente, de ella solo quedó un pedacito. El resto había sido tapado por el agua.
Recién en ese momento el Amor se dio cuenta de que la isla se estaba hundiendo de verdad y comprendió que si no conseguía irse el amor desaparecería para siempre de la faz de la Tierra. Así que entre charcos se dirigió a la bahía, que era la parte más alta de la isla. Fue con la esperanza de ver allí a alguno de sus compañeros y pedirles que lo llevaran.
Buscando en el mar vio venir al barco de la Riqueza y le hizo señas, y la Riqueza se acercó un poquito a la bahía.
  • Riqueza, vos que tenés un barco tan grande, ¿no me llevarías hasta la isla vecina?
Y la Riqueza le contestó:
  • Estoy tan cargada de dinero, de joyas y de piedras preciosas que no tengo lugar para vos. Lo siento - y siguió su camino sin mirar atrás.
El Amor se quedó mirando y vio venir a la Vanidad en un barco hermoso, lleno de adornos, caireles, mármoles y florcitas de todos los colores, que llamaba muchísimo la atención. El Amor se estiró un poco y gritó:
  • Vanidad... Vanidad... llevame con vos.
La Vanidad miró al Amor y le dijo:
  • Me encantaría llevarte pero... tenés un aspecto... ¡están tan desagradable, sucio y desaliñado... perdón, afearías mi barco! - y se fue.
Y cuando pensó que ya nadie más pasaría vio acercarse un barco muy pequeño, el último, el de la Tristeza.
  • Tristeza, hermana -le dijo-, vos que me conocés tanto, vos sí me vas a llevar ¿verdad?
Y la Tristeza le contestó:
  • Yo te llevaría, pero estoy tan triste que prefiero seguir sola - y sin decir más se alejó.
Y el Amor, pobrecito, se dio cuenta de que por haberse quedado ligado a estas cosas que tanto amaba iba a hundirse en el mar hasta desaparecer.
Y el Amor se sentó el el último pedacito que quedaba de su isla a esperar el final... Cuando, de pronto, escuchó que alguien lo chistaba:
  • Chist-chist-chist...
Era un viejito que le hacía señas desde un bote de remos.
El Amor dijo:
  • ¿A mí?
  • Si, si- dijo el viejito- a vos. Vení conmigo, yo te salvo.
El Amor lo miró y dijo:
  • Mirá, lo que pasó fue que yo me quedé...
  • Yo entiendo- dijo el viejito sin dejarlo terminar-, subite, yo te voy a salvar.
El Amor se subió al bote y empezaron a remar para alejarse de la isla, que en efecto terminó de hundirse unos minutos después y desapareció para siempre.
Cuando llegaron a la otra isla, el Amor comprendió que seguía vivo, que iba a seguir existiendo gracias a este viejito, que sin decir una palabra se había ido tan misteriosamente como había aparecido.

Entonces el Amor se cruzó con la Sabiduría y le dijo:

- Yo no lo conozco y él me salvó, ¿cómo puede ser? Todos los demás no comprendían que me quedara, él me ayudó y yo ni siquiera sé quién es...
La Sabiduría lo miró a los ojos y dijo:

- Él es el Tiempo. Y el Tiempo, Amor, es el único que puede ayudarte cuando el dolor de una pérdida te hace creer que no podés seguir."



sábado, 27 de julio de 2013

Sobrevivientes



El accidente del tren que descarriló en Galicia me sobrepasó. El impacto fue brutal y nadie se puede imaginar lo que eso fue sin haberlo vivido. Brutal que semejantes moles se conviertan en un amasijo de hierros, en el que maletas y todos los elementos del que estén compuestos estos vagones pasen a convertirse en instrumentos mortales para todos los que en estén allí en cuestión de segundos.

En estos momentos se están buscando a los responsables de dicho accidente. Los unos se tiran los trastos a los otros y al maquinista se le viene todo en contra, porque en momentos así todo lo que “has escrito” en cualquier red social se convierte en tu peor enemigo. No me quiero pronunciar al respecto, eso va para largo dependiendo de los intereses de cada uno y este hombre es inocente hasta que se demuestre lo contrario. 

Los medios hablan de muertos, han sido en total setenta y ocho personas que han perdido la vida, y la verdad es que en estos accidentes masivos no se encuentran las palabras para consolar a tanta gente. 

Sin embargo, de los sobrevivientes se habla poco. No hablo de aquellos que pudieron salir por su propio pie, con heridas leves o simplemente golpeados, sino de aquellos que están ingresados con un pronóstico reservado, de aquellos que están en coma, de aquellos que han sufrido un daño cerebral, de aquellos que al despertar verán sus cuerpos mutilados, quemados o con heridas tan graves que no sabrán cómo soportar tanto dolor. 

Hablo de aquellos que debido a este gravísimo accidente “renacerán” a una nueva vida, hablo de aquellos que deberán comenzar a aprehender cosas básicas y que en esta segunda oportunidad que la vida les ha dado sus familias y amigos serán el pilar fundamental de su recuperación. 

Mi pensamiento en estos momentos está con todos los que han sobrevivido a tremendo accidente. A los que están luchando por sobrevivir, a los que están en coma, a los que tienen un daño cerebral, a los mutilados, a los que serán dependientes, a los que las heridas han desfigurado sus cuerpos, a todos los que están luchando. A sus familias, madres, padres, hermanos, amigos. A todos los que de una manera u otra tendrán que afrontar esta nueva realidad. 

miércoles, 10 de julio de 2013

Directo al corazón

Ruffus, fotografía de Patricia González Larsen


A veces cuando vemos fotos puede que nos gusten o no. Entre los distintos factores que intervienen en la elección está en primer lugar nuestro gusto personal y nuestra orientación  fotográfica, es decir la temática hacia la cual nos orientamos. Podemos en un principio hacer fotos a todo lo que se mueve y a lo que no. Paisajes, personas, animales, detalles, etc. Todo aquello que vemos, que nos sobrepasa emocionalmente, que nos deslumbra, queremos dejarlo congelado en el tiempo con nuestra cámara. 

Lamentablemente lo que nuestro ojo ve, asociado con las emociones que despierta en nuestro ser el elemento a fotografiar del momento, no tienen nada que ver con la foto tomada. La falta de conocimientos técnicos y teóricos hacen que cometamos fallos, grandes fallos y que debido a lo efímero del momento no logremos captarlo correctamente. 

Ver la foto de otro y que te emocione de verdad está, desde mi punto de vista, indiscutiblemente asociado a nuestro gusto personal. Nuestro gusto personal será el que nos oriente a decir me gusta o no, aún siendo ignorantes en técnicas, o tecnicismos. Por eso, podemos ver el trabajo de otros sin que nos emocione, casi con total indiferencia diría. 

Sin embargo, aquello que está relacionado con nuestra temática, si además reúne los requisitos técnicos y por alguna razón tenemos conocimiento de la historia que hay detrás, puede llegarte directo al corazón. 

Esto lo he entendido hoy al ver una foto hecha con amor, el mismo amor que puedo captar en la mirada de quien ha sido fotografiado. 

domingo, 7 de julio de 2013

Desayuno con vinagre



En muchas ocasiones nos encontramos en situaciones de contacto con el otro por necesidad, una necesidad imposible de rehuir. Estas necesidades están relacionadas con oficinas, entes públicos o privados, con los que tenemos que interaccionar por obligación, ya sea personalmente o a través del teléfono. De una manera u otra, nos encontramos con sorpresas tanto agradables como desagradables. 

Indudablemente hay personas que están tan quemadas de atender al público que su lenguaje corporal se puede leer de lejos. En la espera se observa que  le supera el tener que repetir la misma cantinela una vez y otra, minuto a minuto, hora tras hora, día a día.... y así sucesivamente. 

Claro que la situación cambia cuando a quien le toca la vez es un conocido o amigo. El rostro se ilumina, la sonrisa le cambia la expresión sombría del día a día y de pronto surge otra persona, una persona que brilla con luz propia por ver una cara conocida, que además de hacer el trámite correspondiente le aporta un poco de aire fresco, un cambio de tono. Pero claro, esa luz dura lo que tarda en llamar al siguiente, y de vuelta nos encontramos con esa persona sombría y harta de hacer el mismo trabajo. 

Al teléfono también nos encontramos con una variopinta gama de voces y de tonos masculino o femenino. El aparato es el intermediario y es aquí cuando quien te atiende creyendo que no le ves, suele expresarse con un registro de voz u otro. La voz es en este caso, el espejo del alma de ese individuo. Muchas personas se olvidan que están en el trabajo, olvidan que están en una entidad púbica o privada, y que como tal no se puede responder con un: “hola”. En más de una oportunidad he dudado de haber marcado el número correcto al oír esta respuesta, cuando en realidad era la oficina tal o cual. 

El teléfono tiene la ventaja para quien lo atiende del anonimato del lenguaje corporal, pero claro, teniendo en cuenta que la voz es el espejo del alma, no hace más que poner en evidencia que esa persona, por su tono de voz en sus respuestas, ha desayunado con vinagre.

La atención al público no es fácil, es una tarea ardua y dura, sea personal o telefónicamente. Es un trabajo que hay que hacerlo y cuanto mejor se haga tanto mejor para quien atiende como para quien es atendido. ¿No le parece? 

lunes, 24 de junio de 2013

Miss Nk

He terminado mi curso de fotografía, sin embargo me considero una "aprendiz de fotógrafa" debido a que el aprendizaje acaba de empezar. He aprendido mucho y más, viendo el trabajo de grandes fotógrafos, siendo alguno de mis preferidos Henri Cartier-Bresson y Annie Leibovitz. He de asimilar mucha información y también aprender a "escribir" con la luz. Por lo pronto abriré una cuenta en Flickr y publicaré aquellas fotos que considere puedan ser interesantes por la técnica empleada o bien porque pueden transmitir una idea o un sentimiento a quien la vea. Después del curso he perdido espontaneidad o quizás la responsabilidad de disparar correctamente hace que me sienta condicionada a determinados valores que antes no tenía en cuenta. Por cierto que "Miss Nk" y yo tenemos mucho que recorrer juntas y espero que ambas seamos una.  El día que la bauticé nos tomamos un cafecito e hicimos juntas esta foto. 

viernes, 14 de junio de 2013

Personas únicas


A veces pensamos que somos únicos. Únicos en nuestra personalidad, únicos en nuestros pensamientos, únicos en nuestros actos, únicos en tantas cosas.
Nos cruzamos diariamente con mucha gente, gente que va y viene como nosotros; sin embargo, nunca llegamos a entablar una conversación con nadie. Miramos sin ver, de una manera u otra no emitimos ningún comentario, ningún intento de contacto con el otro. 
Últimamente cuando veo algo que me llama la atención o que me gusta de alguien se lo digo, algún detalle o algo que lleva puesto, o simplemente la belleza que para mi tienen sus facciones o su maquillaje, o su forma de estar. Hay personas que son fantásticamente hermosas, no cumplen ningún canon de belleza sino que transmiten un encanto que “yo” percibo como tal. 
Es igual la edad, el sexo o el lugar, lo que mi corazón y mis ojos me señalan que es bello y lo percibo como tal no tengo ningún inconveniente en decirlo, no sólo pensarlo. 
Hoy he estado con alguien que me ha atendido en un mostrador. El mostrador era alto y la persona en cuestión estaba sentada por lo que podía verla trabajar, ver sus abalorios, anillos y el reloj. El reloj me llamó la atención, me encantó, por su color; el diseño es igual al que llevo. Espontáneamente se lo dije, creo que además de no esperárselo se sorprendió y ya le mostré mi modelo de “Swatch”. De pronto establecimos una conversación que giró en torno a los relojes, a ambas nos gustaban, ambas guardamos modelos viejos por su diseño, y ambas nos regalamos cosas en momentos de alegría o de desánimo porque nos los merecemos. Ambas coincidíamos en tantas cosas y sin embargo, ambas éramos tan desconocidas. 
Hay mucha gente, gente que va y viene, sin embargo, no nos damos cuenta de tantas cosas que sin saberlo nos unen, obviamente que no en todo, sino en puntos en los que somos comunes y nuestra idea de seres únicos se desvanece, poniendo en evidencia que el mundo está lleno de similitudes, que las originalidades que creemos tener no son tales, sino que muchos las poseen y que no lo sabemos por la falta de contacto con el otro.  

domingo, 9 de junio de 2013

La emoción en la fotografía.


“Lo que hace de una instantánea una gran foto es la reacción que esa fotografía produce en quien la ve, las emociones que libera en él. Los sentimientos que induce. Algo así como lo que hace la poesía o la música”. 


El amor no tiene edad



Desde que comencé el curso de fotografía he aprendido mucho técnicamente, he perdido el miedo a tocar botones y he incrementado mi vocabulario. Obturación, diafragma, balance de blancos, profundidad de campo y un largo etc., lo único que no me resultó desconocido fue el ISO. Había leído mucho sobre el tema, pero la verdad que ponerlo en práctica con una réflex es otra cosa.
He sido una “fotógrafa social” con mi cámara Canon Ixus I085 compacta y en modo automático. Era realmente feliz con lo que lograba captar y no sé si emocionaba a alguien, sinceramente no he hecho fotos para emocionar a nadie sino para tener un recuerdo de momentos compartidos o lugares en los que he estado, o simplemente dejar constancia de la belleza de lo que a mí si me emocionaba (un paisaje, una flor, una puesta de sol, un lugar) . Mi cámara compacta era y es mi compañera inseparable. Quizás como hoy lo será para más de uno un iPhone o un Smartphone. Hoy como “aprendiz de fotógrafa” no me siento feliz, he perdido en espontaneidad y para cuando logro regular la réflex (todo manual) la escena que quería captar deja de interesarme, o bien porque cambia la luz, bien porque cambia la velocidad, bien porque el exposímetro no se nivela a 0 y ya está la foto sobreexpuesta o subexpuesta. Ni qué decir, si tengo que fotografiar cosas en movimiento, o personas... (estás últimas se pueden morir de asco hasta que yo logro los ajustes necesarios). Aunque no nos engañemos, el modo automático está ahí para ser usado. Y son muchos los que aún con una gran cámara réflex recurren a él para evitar estos contratiempos.  Cierto es que he aprendido a “ver” desde otro punto de vista, y claro, mis fotos son mis fotos, y no tengo la impresión de que “transmitan” nada. El aprender técnicas nuevas no siempre dan “alas”,  a veces te las cortan y te limitan más que cuando eres “ignorante” en el tema. 

domingo, 28 de abril de 2013

Espontáneas


Ayer había mucha luz, de vez en cuando alguna que otra nube la atenuaba y se agradecía. Es imposible ver al momento las fotos en la pantalla de la cámara con tanto reflejo, así que me limité a enfocar y disparar, ya vería los resultados en la compu y me sorprendería o borraría todo aquello que no me emocionara. Porque la fotografía me emociona, me hace vibrar y soy super feliz cuando consigo una nimiedad. 
Paciencia, constancia, coordinación, respirar, no respirar, girar, ajustar, moverse, en cuclillas, sentada, recostada, de rodillas, enfocar y ... disparar. Los resultados no son lo fenomenales que quisiera pero en estas primeras semanas que ha durado el curso la máquina y yo estamos mejorando nuestra relación. En una de las tomas apareció con la misma rapidez del click una espontánea y este fue el resultado. No era mi intención fotografiarla, los niños tienen la virtud de moverse muy rápido y en un primer momento pensé que me había estropeado la foto, o la imagen previa que tenía de ella, sin embargo, cuando me vi frente a frente con ella en el ordenador simplemente me gustó. 

viernes, 26 de abril de 2013

Garantías


Tengo una Nikon D3100, con dos objetivos uno de 18-55 mm y el otro de 55-200. Es mi primera Réflex Digital y comparada con mi Canon Ixus 85IS es un abismo la diferencia. La máquina tiene muchas funciones que ignoro y de hecho hasta manipularla me daba reparo, la veía demasiado máquina. Me apunté a un curso de fotografía.
En mi última salida hice fotos de flores y también practiqué la profundidad, pero algo no sonaba bien en la máquina, no sé por qué lo relacione con algún sistema que de tanto sacar fotos se había “recalentado”. No le di importancia porque ya había terminado. Al día siguiente cuando quise hacer fotos estaba todo oscuro y pensé que no le había quitado la tapa, cosa muy rara, luego que si la batería (he comprobado que cuando le queda poca no se puede disparar) y por último quité el objetivo.
He aquí que me encontré con la sorpresa de que había una pieza suelta y girando a su aire. No entendía nada. Fui a Fnac donde me encontré con la sorpresa de que tenía que enviar a Nikon-Barcelona el objetivo a través de una empresa de transportes además de darme un teléfono para ponerme en contacto con ellos. La compra fue realizada el dos de abril, por lo que la garantía está más que vigente. Pues me quedé un poco cortada y no hubo manera de obtener otro tipo de tratamiento. Salí y llamé al teléfono que me dieron, en el cual me informaron que era Fnac quién debía enviar el objetivo y no yo, porque está dentro de la garantía. Regresé a la tienda, se lo expliqué al empleado y “sorprendido” me hizo rellenar un formulario, dejar el objetivo, firmar aquí y allí, para luego despacharme con el típico: “ya le informaremos cuando esté reparado” o “si tiene que pagar por la reparación”.
¡Qué mal rollo!.
No hay cosa que me moleste más que una empresa, sea la que sea, una vez que te vende algo se lave las manos y no se haga cargo de los fallos de los productos cuando éstos están en garantía. Continuará.

miércoles, 24 de abril de 2013

Fotografía social y de la otra

"Siempre estoy fotografiándolo todo mentalmente para practicar"
  Minor White.


Es una realidad que la fotografía me ha gustado siempre. He tenido cámaras de rollo, de distintas variedades y calidades, mis fotografías eran de momentos, momentos entre amigos o paisajes, o cualquier otra cosa que quisiera captar en un determinado instante. Con mi vieja Yashica hice fotos preciosas, claro que con un conocimiento básico. Luego vino la cámara digital y claro, se redujeron costes y aumentaron los disparos, con más o menos aciertos. ¿Cuántas fotos habré hecho? miles, sin dudarlo. Antes imprimíamos las fotos y las guardábamos en un álbum, hoy se quedan en el ordenador, o en un disco duro externo y las vemos de higos a brevas, o sea, casi nunca. 
Para mi cumpleaños recibí de regalo una réflex, Nikon D3100 para más Inri y decidí que ya era hora de aprender a manejar una cámara de este tipo, claro que de mi Canon Ixus compacta a la Nikon ha supuesto un gran cambio no sólo de marca. 
Me inscribí en un curso de fotografía básico y en la primera toma de contacto pensé en que estaba en el lugar correcto, quizás porque mi parte creativa se vio identificada con el entorno y con el programa que estaba previsto. Tengo sinceras y honestas dificultades para poner en funcionamiento la cámara, que si el ISO, que si el exposímetro, que si la obturación, que si el diafragma y lo que es más importante: la luz, entre otras cosas. Cada día practico y cada día no logro lo que quisiera, aunque reconozco que estoy ganando confianza en el manejo y en el aprendizaje de algunos de los tantos botones que tiene la máquina. A partir de ahora y entre otras cosas hablaré de fotografía, porque siempre he sido una "fotógrafa social", y espero llegar a ser una fotógrafa, conocer mi máquina, fusionarme con ella, disfrutar de lo que captemos juntas y sacar fuera toda esa creatividad contenida, por su parte y por la mía. 


domingo, 21 de abril de 2013

Manto de colores

Este año la primavera ha llegado con una gran variedad de colores. Flores silvestres han aparecido por doquier, tapizando las laderas de nuestras sierras. Las lluvias han favorecido que las semillas que estaban latentes en la tierra, después del gran incendio de agosto pasado, brotasen y nos regalasen este espectáculo de colores. Creo que nadie se lo hubiera imaginado, ni siquiera yo. Hoy he paseado por unos senderos que han abierto esta semana y la vida bulle en cada rincón. 
Golondrinas, mariposas, abejas, pájaros, un sinfín de sonidos que han hecho de este domingo un día muy especial. 

domingo, 31 de marzo de 2013

Hecho en España

Cada día es más difícil encontrar algún producto que no esté hecho en China, Corea o cualquier otro país. Suelo mirar las etiquetas de lo que compro, no sólo por su origen sino también por los materiales. No me gustan las cosas sintéticas, no me gusta la textura ni la sensación que me produce al tocarlas. Dentro de lo posible busco algodón 100% tanto en la ropa de uso personal como en la ropa de cama o manteles. Estos individuales reúnen los tres requisitos que suelo buscar cuando quiero comprar algo nuevo para mi casa, el diseño, el material, y el que diga en la etiqueta "Hecho en España". Me hace ilusión pensar que cuando compro algo hecho en España estoy generando trabajo o manteniéndolo, aunque encontrar etiquetas con esa descripción es más difícil que encontrar una aguja en un pajar. 
Entiendo que fuera la mano de obra es más barata, o es más fácil explotar a la gente por el mismo trabajo, (según se mire) pero con la que nos está cayendo impulsar la industria nacional con un producto de calidad y dentro de la marca España de la que tanto se habla no sería una mala idea. 

viernes, 15 de marzo de 2013

Francisco y los estereotipos


El miércoles 13 de marzo de 2013 no lo olvidaremos fácilmente. 
Todo el mundo, bueno todo el mundo católico y los que no también (más por curiosidad que por vocación religiosa), estaba pendiente de la elección del nuevo papa.Tenía su encanto el estar esperando la fumata blanca, puesto que el día anterior no se habían puesto de acuerdo y sólo pudimos ver fumatas negras. De todos los posibles candidatos, las quinielas daban a uno más que a otros las papeletas para salir nominado y ser papa. 
La prensa escrita, la televisión y la radio habían mandado a sus enviados especiales para cubrir la noticia; la plaza de San Pedro estaba llena de gente que aguantaba estoicamente las inclemencias del tiempo, lluvia y frío, protegidos de paraguas y chubasqueros. 
Sobre las 18:50 horas encendí la radio (Cadena Ser) y me disponía a preparar la cena. Dieron la señal de las 19:00 horas y a los cinco minutos Carles Cansino, con un tono de voz muy eufórico anunciaba que había fumata blanca, que se había elegido papa, qué emoción le puso a la noticia, tanta que corrí a encender la televisión y allí estaba la imagen tan esperada. 


El humo blanco saliendo de la chimenea de la Capilla Sixtina. Supongo que todos los medios y la gente que estaba esperando enloquecieron por vivir y transmitir la noticia. La espera se hizo larga, hasta que salió un cardenal y lo anunció "Habemus Papam". Todos los tertulianos y periodistas ansiosos, daban nombres y más nombres del posible papa. Cuando lo dijeron en la televisión el alboroto era tal que lo único que escuché fue Bergoglio, y comenté que era italiano por el apellido. Pensé en la alegría de todos los italianos y en el país, pero claro mi sorpresa y desconcierto llegó cuando dijeron que era argentino. 
El contenido de los estereotipos se refiere a las creencias compartidas en una cultura sobre qué características o atributos poseen la mayoría de los miembros de determinado grupo social. El origen de los estereotipos se apoya en un proceso cognitivo básico que realizamos de forma automática, denominado categorización. Cuando categorizamos a otros seres humanos, se aplica el término categorización social y hace referencia al proceso que permite clasificar a las personas en grupos en función de las características que tienen en común. Así, a través de la pertenencia grupal asignamos a una persona las características atribuidas a todos los miembros de su grupo. 
Volviendo al papa, diríamos que “todos los argentinos son iguales, visto uno visto todos; sin embargo, el resto del mundo es diferente entre sí”. 
O sea, que los argentinos ahora estamos en boca y en casa de todos, para lo bueno y para lo malo, gracias al nuevo papa Jorge Bergoglio alias Francisco.


Automáticamente pensé en nuestra dictadura, en nuestra época tan mala y empezamos a hacer cuentas de la edad de este hombre en aquellos años y también de su implicación en unos hechos que marcaron nuestra historia y la historia de muchas familias argentinas. Comenzaron a circular fotos y también he de reconocer que quise saber quién era, ya que no soy seguidora de estos temas eclesiásticos, y en todos los buscadores no se dejaba de relacionar un pasado negro con la nueva realidad de este hombre. 
Sin embargo, lo que quiero exponer en esta entrada es que nadie esperaba que fuese un argentino, desde luego que influenciada por los medios de comunicación, yo tampoco. Y ante este hecho tan particular se han encendido los estereotipos, considerados como un conjunto de creencias compartidas sobre las características de un grupo social.




miércoles, 13 de marzo de 2013

Lecturas


Que se levanten los muertos. Fred Vargas. Traducción de Helena del Amo



Desde que descubrí a Fred Vargas sigo sus obras y también a su protagonista principal el comisario Adamsberg. En todas las obras que leí de esta autora de novela negra el comisario es la figura principal y tiene un encanto especial que hace que no se pueda ignorar. Pero, claro no toda la obra de Fred Vargas gira en torno a Adamsberg y sus casos, y eso no lo sabía. Cuando compré el libro “Que se levanten los muertos” y empecé a leerlo, sin ni siquiera haber leído la contraportada, y tras varias páginas me extrañó no encontrarme a Jean-Baptiste Adamsberg, y a otros de sus compañeros de andadura. Obviamente que no tenía nada que ver ya que esta obra trata sobre tres jóvenes historiadores en paro que si bien no parecen un equipo muy idóneo para resolver un caso de homicidio logran cada uno aportando lo suyo (entusiasmo, intuición, capacidad de análisis) una historia con muchos vericuetos. El escenario: una calle del centro de París, donde todo el mundo se conoce y nunca pasa nada, pero nada pasa desapercibido. 
He disfrutado de cada página y con cada personaje, además de las descripciones de los mismos y los distintos lugares en los que se producía la acción. Una novela negra escrita desde una perspectiva nueva y fresca. Es el tipo de libro con el que quedarse en casa un día gris, frío y lluvioso. 

martes, 1 de enero de 2013

2013 ya está aquí.

Comenzamos un nuevo año, con él las ilusiones y las esperanzas de una nueva etapa. Solamente decir que en estos 365 días que se avecinan habremos de recorrer distintos caminos y con ellos deberemos hacer elecciones. Elecciones que nos permitan o bien seguir recto o bien desviarnos siempre con la única finalidad de encontrar nuestro propio sendero y a nuestro propio ritmo. Para todos, espero que 2013 sea un buen año, que sigamos aprendiendo y creciendo para ser mejores personas, que disfrutemos de nuestros seres queridos y sobre todas las cosas que seamos felices.