sábado, 27 de julio de 2013

Sobrevivientes



El accidente del tren que descarriló en Galicia me sobrepasó. El impacto fue brutal y nadie se puede imaginar lo que eso fue sin haberlo vivido. Brutal que semejantes moles se conviertan en un amasijo de hierros, en el que maletas y todos los elementos del que estén compuestos estos vagones pasen a convertirse en instrumentos mortales para todos los que en estén allí en cuestión de segundos.

En estos momentos se están buscando a los responsables de dicho accidente. Los unos se tiran los trastos a los otros y al maquinista se le viene todo en contra, porque en momentos así todo lo que “has escrito” en cualquier red social se convierte en tu peor enemigo. No me quiero pronunciar al respecto, eso va para largo dependiendo de los intereses de cada uno y este hombre es inocente hasta que se demuestre lo contrario. 

Los medios hablan de muertos, han sido en total setenta y ocho personas que han perdido la vida, y la verdad es que en estos accidentes masivos no se encuentran las palabras para consolar a tanta gente. 

Sin embargo, de los sobrevivientes se habla poco. No hablo de aquellos que pudieron salir por su propio pie, con heridas leves o simplemente golpeados, sino de aquellos que están ingresados con un pronóstico reservado, de aquellos que están en coma, de aquellos que han sufrido un daño cerebral, de aquellos que al despertar verán sus cuerpos mutilados, quemados o con heridas tan graves que no sabrán cómo soportar tanto dolor. 

Hablo de aquellos que debido a este gravísimo accidente “renacerán” a una nueva vida, hablo de aquellos que deberán comenzar a aprehender cosas básicas y que en esta segunda oportunidad que la vida les ha dado sus familias y amigos serán el pilar fundamental de su recuperación. 

Mi pensamiento en estos momentos está con todos los que han sobrevivido a tremendo accidente. A los que están luchando por sobrevivir, a los que están en coma, a los que tienen un daño cerebral, a los mutilados, a los que serán dependientes, a los que las heridas han desfigurado sus cuerpos, a todos los que están luchando. A sus familias, madres, padres, hermanos, amigos. A todos los que de una manera u otra tendrán que afrontar esta nueva realidad. 

2 comentarios:

Nerya dijo...

La verdad es que ha sido algo muy fuerte... Sin embargo me ha sorprendido la colaboracion ciudadana que antes de que llegaran los profesionales ya estaban sacando muertos y heridos. Ellos también tendrán cicatrices, pero emocionales.

Spinoza AC dijo...

Ante situaciones como estas el ser humano es extraordinario. ¡Gracias por dejar tu comentario!