lunes, 26 de julio de 2010

Volver

Cuando me marcho de algún lugar no suelo volver, no sabría explicarlo, es algo más fuerte que yo. Sin embargo, la vida con sus vueltas me hace regresar a caminos que no quiero recorrer, ni siquiera de paso. Hoy fui al hospital donde mi hijo estuvo ingresado muchos meses y por aquella época todo estaba en obras, hoy está renovado y no se parece en nada al que era. Aunque en esencia se mantienen las formas, en algún lugar de mi corazón se abrió la puerta al recuerdo, un recuerdo que no quiero olvidar ni tampoco mantenerlo en el día a día porque me duele, me duele el tener que haber pasado por allí, me duele la historia que viví y sé que soy afortunada a pesar de ella.
Tengo una herida abierta, una herida que no cierra, una herida que sangra cuando regreso a un pasado que me marcó en lo que más puede doler, el corazón. No suelo mirar atrás, no quiero mirar, y aunque no quiera no puedo evitarlo. La vida sigue su curso y cuando me cruzo por lugares en los cuales sufrí mucho no puedo ser objetiva y la sensibilidad brota por los poros de mi piel. El nudo se forma en la garganta y las lágrimas caen sin control. Me ahogo ante estos recuerdos, sin embargo, son solo eso, recuerdos, que me hacen ver que a pesar de todo, soy afortunada por tenerlos, rememorarlos y contarlos.

No hay comentarios: