- Entonces, ¿nunca pensaste en casarte?
- Sí pensé - respondió Nasrudin-.
En mi juventud resolví buscar a la mujer perfecta. Crucé el desierto, llegué a Damasco y conocí a una mujer muy espiritual y linda, pero ella no sabía nada de las cosas de este mundo. Continué viajando y fui a Isfahan; allí encontré una mujer que conocía el reino de la materia y el del espíritu, pero no era bonita. Entonces resolví ir hasta El Cairo, donde cené en la casa de una moza bonita, religiosa y conocedora de la realidad material.
- ¿Y por qué no te casaste con ella?
- ¿Ah, compañero mío! lamentablemente ella también quería un hombre perfecto.
A veces, en la vida es necesario arriesgar, experimentar, aprender, cambiar constantemente. La misma vida es movimiento, cambio, fluidez, dinamismo, flexibilidad...
A veces, en la vida es necesario arriesgar, experimentar, aprender, cambiar constantemente. La misma vida es movimiento, cambio, fluidez, dinamismo, flexibilidad...
"La inadaptación a lo imperfecto es lo que mejora al hombre"
No hay comentarios:
Publicar un comentario